Muchas cosas que hacemos podrán ser inofensivas, pero resultan todo lo contrario, dañinas para nuestras vidas y nuestra salud. Hoy en día con los consejos de los expertos, cosas que parecen simples pueden llegar a ser muy severas para cualquier persona, pudiendo ocasionar graves consecuencias e incluso la muerte.
Una de estas situaciones que hacemos cotidianamente y que en realidad puede llevar a graves consecuencia es: usar los lentes de contacto por un tiempo prolongado. Esto le sucedió a Chad Groeschen de 30 años de edad, ciudadano de Cincinnati, Estados Unidos.
Groeschen estaba acostumbrado a usar lentes de contacto todos los días, se los quitaba solo una vez por semana. Un día Chad sintió ardor y picazón en su ojo izquierdo, sin darle importancia solo pensó que se trataba de una alergia. Al día siguiente, notó que su vista estaba un poco nublada, luego solo lo relacionó con la sinusitis.
Horas más tarde, Chad tuvo que internarse en urgencias, asegurando que el dolor se intensificó, haciéndole imposible ver por ese ojo. Al llegar al hospital, el doctor le dijo que su cuadro clínico presentó una infección, dada gracias a una bacteria que contrajo mientras dormía, con los lentes de contacto, ya que rara vez se los quitaba.
Los doctores establecieron que la bacteria en el ojo de Chad, se alojó debajo de los lentes de contacto, atacando como primera alternativa los ojos. También aseguraron que en el estado que había llegado no había solución y ya no podría ver por ese ojo, sin embargo, le dieron otra opción, con un trasplante de cornea podría recuperar su vista por completo.
Chad decidió relatar esta historia para que más personas no caigan en el mismo error, ya que el uso de los lentes de contacto es algo normal, pero debemos saber el uso apropiado de los mismos.